¡Hola soy Andrea,
emprendedora y madre
en constante aprendizaje!
¡Apasionada y agradecida
de la vida!

Soy Andrea, una persona que desde chica jugaba a la oficina en la casa de mi abuela, con un teléfono, una pequeña agenda y papeles, soy una persona que ahorraba todo lo que le daban para poder comprar mis útiles o regalos de navidad a toda la familia, soy la que hacía helados para vender y si se tomaba uno lo pagaba porque era una sociedad con mi hermana. Soy la que planificó tener su auto, su terreno para luego tener su casa, llevando en un cuaderno, y luego en mi planilla de Excel todo lo que ingresaba y lo que podía gastar para lograr mis objetivos materiales. Soy la que pasó de no deberle un peso al Banco, la que no entendía que alguien no pagará la luz o el gas, o la patente del auto, la que creía que tener todo en una planilla era la solución… “Es falta de control” decía. Pero claro, cuando tenés los ingresos, es fácil decirlo… Ojo! No me quito mérito, porque logre tener lo que quería con esa organización administrativa…

Pero de un momento a otro, deje de ser yo, y me convertí en persona del riesgo crediticio alto, la que le cortaban el teléfono, la que debía facturas de luz y de gas, (porque era comer o pagar los servicios), pasé a ser a la que llamaban de números privados desde el departamento de cobranza de todas las empresas de servicios, fui la que dejó de ver todo lo que era inaceptable para mi y la que permanecía con la cabeza gacha porque le debía a personas que habían confiado en mí, ya no eran bancos ni servicios, eran personas… Y esa cabeza gacha no me permitía ver la luz, no me permitía generar ideas o realizar mi trabajo para mejorar mi economía…

Un día… después de varios meses, volví a ser yo, pero una versión mejorada, que me permitió ver las cosas desde diferentes perspectivas, volví a tener mi famosa planilla de Excel, volví a generar ideas de como comenzar a cancelar deudas y volver a tener control de mis finanzas y sobre todo control de mis emociones.

No digo que se resolvió todo de un día para otro, pero de a poco me fui encaminando hacia donde quería ir, sabiendo a donde no quiero volver.

Entedí que todo se puede perder, pero también todo se puede recuperar, que todo lo que pasa es aprendizaje, y como me gusta pensarlo o decirlo, “nada de lo que sucede se descarta, avanzas o aprendes” y adquirís experiencia para ayudar a otros con tus mismos inconvenientes.
Y así surge esta nueva persona que me convertí. 

Aprendí que desde las crisis surgen nuevas ideas y es justamente es desde ese momento donde nació esta nueva versión que está continuamente aprendiendo, que me ayudo a crear este nuevo concepto, este nuevo proyecto, que espero pueda ayudar a muchas personas que como yo, desean hacer lo que les apasiona, teniendo un control de sus finanzas personales y/o de sus emprendimientos!